EL SÁHARA OCCIDENTAL, UN CONFLICTO MÁS ALLÁ

Saioa Azpirotz Lakidain

El pasado viernes 13 de noviembre escuchábamos que una posible guerra entre el Sáhara Occidental y Marruecos podría repetirse. Todo empezó cuando el 23 de octubre se organizó una protesta pacífica del pueblo saharaui en Guerguerat, frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania, con el fin de reivindicar una vez más el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Dicha reivindicación quedó silenciada con la entrada de las tropas marroquíes al territorio saharaui, la cual acabó con un confrontado tiroteo de ambos bandos y es así como las noticias de una posible guerra resurgieron.

¿Pero cómo puede ser que todavía, la que fuera colonia española, siga sin solución a un conflicto que data del año 1975? Para entender dicho conflicto y su posible reactivación, es importante aclarar los puntos más importantes de éste. 

Origen del conflicto

El Sáhara Occidental fue la provincia 53 del territorio español. Debido a la crisis del régimen franquista, en el año 1975 España firmó los acuerdos de Madrid, por medio de los cuales  dio el territorio a Mauritania y Marruecos. De esta manera, más de la mitad de la población saharaui, unas 180 mil personas, tuvieron que exiliarse a la llamada hamada argelina, campamentos de refugiados en donde a día de hoy siguen viviendo. La otra mitad se quedó en el territorio del Sáhara Occidental sufriendo la represión del régimen marroquí. Entonces el Sáhara Occidental empezó una lucha armada y el Frente Polisario pudo ocupar el 30 por ciento del territorio. En 1991 se firmó un compromiso para la celebración del referéndum. Desde entonces, el pueblo saharaui sigue a la espera de la celebración de dicho referéndum.

¿Pero cuáles son realmente los intereses de Marruecos en el territorio saharaui? 

Petróleo, fosfato y pesca 

Los Acuerdos de Madrid de 1975 establecieron que la administración del territorio del Sáhara se compartiría entre Marruecos, España y Mauritania. En realidad, a día de hoy, el territorio es gestionado completamente por Marruecos, a pesar de que las Naciones Unidas lo consideran un territorio autónomo. El Sáhara sigue siendo un territorio pendiente de descolonización, en el que la explotación de los recursos naturales pertenece al pueblo saharaui. De esta manera, según la interpretación del principio de libre determinación del pueblo saharaui, la explotación de recursos sería legal siempre y cuando se tome en cuenta la voluntad y los intereses de los saharauis (Informe Corell de la ONU). Sin embargo, existe cierta dificultad a la hora de comprobar si la explotación de los recursos revierte o no en el pueblo saharaui.

A pesar de que Naciones Unidas nunca le otorgó  poderes para apoderarse de la región, Marruecos controla actualmente el 80% del territorio y prácticamente todo el litoral, ignorando por completo la voluntad saharaui. Además de esto, en 1980, Rabat erigió un muro entre ambos territorios, denominado como muro de la vergüenza, con el pretexto de controlar la immigración ilegal y mantener así las minas de fosfato de Bucraa fuera del alcance de los saharauis. 

El “Gran Marruecos”

Otro tema importante a tener en cuenta en la esfera política, es el concepto nacionalista de “Gran Marruecos”. Es a principios de los años 60 cuando esta denominación de “Gran Marruecos” tuvo su origen, en protesta por el dominio colonial francés. Después de lograr la independencia en 1956, el rey Hassan II revivió este concepto de “Gran Marruecos” como una prolongación del movimiento independentista. Finalmente, en 1975, Hassan II envió el Ejército Real de Marruecos hacia el Sáhara Español en la llamada Marcha Verde, con el fin de conseguir la anexión a Marruecos del territorio. En la prensa marroquí el concepto “Gran Marruecos” o “Gran Magreb” se usa como un signo de unidad política entre el Reino de Marruecos, Mauritania, Libia, Argelia y Túnez. 

Violacion de derechos humanos 

La violacion de derechos humanos que perdura por parte del bando marroquí hacia el pueblo saharaui ha sido protagonista de muchos informes de asociaciones como Amnistía Internacional o la Liga para la Protección de los Presos Saharauis. 

El relator especial de las Naciones Unidas, Juan E. Méndez, despues de su visita a Marruecos y al Sahara Occidental en 2012, afirmo lo siguiente acerca de la tortura: “persiste la práctica de tratos crueles en los asuntos penales ordinarios y en situaciones de gran tensión, como una presunta amenaza a la seguridad nacional, terrorismo o grandes manifestaciones, se produce el correspondiente aumento de los actos de tortura y malos tratos en el momento de la detención y durante la reclusión ».

A esto se le añade la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales. La falta de trabajo en el Sáhara Occidental es una estrategia del gobierno marroquí para marginar a la población saharaui.

Además, la Liga para la Protección de los Presos Saharauis, presentó un informe en 2019 sobre la situación de los presos en las cárceles marroquíes en la que denunciaba las detenciones arbitrarias, las torturas y la falta de representación legal, hechos que violan los Reglamentos Jurídicos durante la detención preventiva. 

¿Es posible un Sahara independiente ? 

En esta situación la posición de los saharauis es un tanto delicada. El Polisario ya ha expresado más de una vez su voluntad de apostar por la vía pacífica, teniendo en cuenta la avanzada tecnología militar marroquí frente a la de los saharauis. El Frente Polisario necesita la implicación de otras potencias como China o Sudáfrica para la reactivación de la guerra, lo cual por el momento resulta improbable.

Respecto a la vía pacífica, el silencio de las instituciones internacionales parece estar garantizado siempre y cuando Marruecos siga siendo el gran aliado del norte de África. 

Por ello, al Frente Polisario no le queda más remedio que apostar por la organización de los saharauis en las zonas ocupadas. Como ejemplo de ello tenemos la “Intifada” de 2005, en la que las poblaciones del Sáhara ocupado se rebelaron contra Marruecos. Dichas manifestaciones han quedado silenciadas por la respuesta agresiva de las fuerzas armadas marroquíes. 

Esto nos lleva a la situación actual de bloqueo de las tropas saharauis en Guerguerat, el cual fue silenciado una vez más con el enfrentamiento de las tropas marroquíes el pasado 13 de noviembre. La tensión va escalando en el “muro de la vergüenza” y no parece que tenga solución a no ser que se reconozca la independencia del Sáhara.

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